Tras el fin de la Segunda Guerra Mundial el ejército aliado envió a Estados Unidos miles de documentos secretos nazis y cientos de objetos del Tercer Reich con un valor más simbólico que práctico. Uno de éstos objetos eran unos pantalones de Adolf Hitler que se cree llevaba puestos el día que intentaron atentar contra su vida el 20 de Julio de 1944.
Los pantalones de Hitler estuvieron guardados en una bóveda de seguridad bajo calificación de «Top Secret» hasta que en 1947 se decidió quemarlos para destruir el símbolo de lo que Hitler representaba.