
Con mucho cinismo y cierto humor negro en las cartas de Kobe se muestran Kapos, prisioneros de confianza y prostitutas en un ambiente en el que, como en la mayoría de campos, distaba mucho de ser un ejemplo de unión ante la adversidad del cautiverio injustificado. En muchas de las cartas también se muestran esclavos y prisioneros del campo pero siempre asociados a un retrato de las condiciones de vida del campo como los procedimientos de ingreso, los trabajos forzados, el hacinamiento en los barracones o los castigos ejemplares de los internos.
En ninguna de las cartas aparece retratado un carcelero nazi y lo más parecido a un soldado alemán es un brazo sujetando un arma que apunta a un grupo de prisioneros (carta XI) y una pierna pateando a otro gupo (carta XV).
En la web del Center for Holocaust & Genocide Studies de la Universidad de Minnesota es posible descargarse todas las cartas creadas por Kobe en alta resolución. Un terrible documento gráfico creado por un testigo de la más terrible de las barbaries humanas en tiempos de guerra: los campos de concentración.