Mientras cumplía condena en la prisión de Landsberg Hitler jamás pudo olvidar a un antiguo amor: un impresionante Benz 11/40 PS gris de 1923 . Dotado con seis cilindros y 40 CV , podía alcanzar la <ironía on> friolera velocidad de 80 Km/h <ironía off> con un consumo medio de entre 15 y 17 litros/100 Km. Hitler estaba dispuesto a comprarlo pero dudaba de la fiabilidad del Benz. Temía que las altas revoluciones del vehículo se tradujeran en continuos problemas mecánicos y no sabía si comprarse el 11/40 o el antiguo Benz 16-50 PS.
Para despejar sus dudas en Septiembre de 1924 escribió a un distribuidor de automóviles de Munich llamado Jakob Ferlin, dueño del local donde había visto el Benz gris. «No puedo permitirme un coche nuevo cada dos o tres años o pagar caras reparaciones».
El automóvil costaba 18.000 marcos y en la misma carta Hitler se quejaba de que no tendría el dinero hasta que en Diciembre cobrara un adelanto de los derechos de autor de «Mi Lucha», libro que se publicaría a principios de 1925. «Así que estoy obligado a pedir un préstamo o un adelanto. Naturalmente algo en torno a varios miles de marcos sería de gran ayuda». También añadió que una vez fuera liberado tendría muchos costes jurídicos que pagar y le rogó a Ferlin si podría hacerle un descuento. «En cualquier caso, por favor, reserve el coche gris que tiene en Munich hasta que tenga claro mi destino».
Fotografía: Wikipedia.