Científicos de la Universidad de Birmingham (Gran Bretaña) han determinado una nueva consecuencia de la terrible guerra que asoló el mundo entre 1939 y 1945: los bombarderos aliados que sobrevolaron Europa durante la Segunda Guerra Mundial produjeron importantes cambios en el clima del Sureste de Inglaterra.
«Testigos de las enormes formaciones de bombarderos recuerdan que el cielo se volvió blanco por las estelas de los aviones», explicó, Rob MacKenzie, director del estudio. «Era evidente para nosotros que los bombardeos aliados de la Segunda Guerra Mundial representaron un experimento involuntario del medio ambiente por la capacidad de las estelas de los aviones que afectaron la energía que entra y sale de la tierra en esa región.»
Analizando los registros de operaciones de las fuerzas armadas estadounidenses y británicas y los datos climatológicos de los años cuarenta, los científicos británicos cuantificaron los niveles de nubosidad que provocaron los miles de bombarderos aliados que volaron desde Inglaterra hasta distintos destinos en Europa entre 1943 y 1945. Tras estudiar los datos escogieron un ataque representarivo: el que se produjo durante la mañana del 11 de mayo de 1944, que implicó a más de 1.400 aviones. Así llegaron a la conclusión de que aquel día las estelas de los aviones hicieron que la temperatura descendiera 0,8ºC sobre las bases militares. Las estelas de los aviones actuaron como una coraza reflejando la luz procedente el Sol, impidiendo que llegara a la superficie y enfriando la Tierra.
«Mirando hacia una época en que la aviación se producía en grupos concentrados con fines militares resulta más fácil separar este fenómeno de otros que también afectan al clima», subrayó MacKenzie.
Que las estelas de los aviones tienen efectos sobre el clima es algo que los climatólogos ya sabían. Por un lado actúan como una especie de manto que atrapa el calor que de otro modo escaparía hacia el espacio exterior y por otra parte actúan como coraza reflejando la luz del Sol. Los climatólogos están de acuerdo en que, normalmente, al sumar ambos efectos el resultado es que un exceso de tráfico aéreo calienta el planeta.
El estudio de la Universidad de Birmingham se publicará en la revista International Journal of Climatology.
Fuente: Muy Interesante, Exordio.
Fotografía: Wallpapervortex