Éste fin de semana Barcelona ha podido ver y oír un desfile de auténticas obras maestras de la aeronáutica, del presente y del pasado. Una cita marcada por las ausencias del P-40 Warhawk, averiado el día antes de volar hacia Barcelona, y el del North American T6B, aparato que no voló pese a estar anunciado por la organización. Aún así 500.000 personas pudieron disfrutar de las acrobacias de los aviones participantes, un festival cuyos ejes principales fueron la Mar Bella y la Nova Mar Bella.
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Fotografías: Victor Baldoví